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EL PARQUE CUSCATLÁN | Civitas
EL PARQUE CUSCATLÁN

¿Saben que tenemos un nuevo Plan Maestro para el Parque Cuscatlán de San Salvador? Como parte del interés de CIVITAS de analizar y contribuir a mejorar el espacio público urbano, presentamos el ambicioso Plan Maestro para el Parque Cuscatlán y su área de influencia preparado por el reconocido Arq. Felipe Uribe de Medellín (Gráfica 1). El Plan se presenta como una apuesta por el país y tiene el noble objetivo de promover la convivencia ciudadana y contrarrestar los factores que contribuyen a la violencia. Según los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la ONU, recuperar los espacios urbanos, como se ha hecho con la Plaza Libertad y El Salvador del Mundo, se promueve la convivencia ciudadana. El Plan elabora un diagnóstico del parque y del área de influencia. Describe la evolución de la vecindad, la Flor Blanca, la movilidad pública y no motorizada, el equipamiento básico, los espacios abiertos (plazas, parques, quebradas). El Plan incorpora los hitos urbanos como el Estadio y Gimnasio Nacional, el Castillo Venturoso, el Centro Hospitalario, los cementerios, el Centro de Gobierno y la Calle Arce como nuevo centro de tecnología y educación.

El Plan Maestro es ambicioso en su alcance y contempla proyectos estratégicos de gran envergadura. Viene al caso citar a Daniel Burnham, arquitecto y autor del Plan Chicago: “No hagas planes pequeños. No tienen la magia para motivar a los hombres y probablemente no serán ejecutados. Haz planes ambiciosos… recordando que un plan noble y lógico, una vez grabado nunca morirá...” Lo ambicioso implica que podría tomarse una generación ejecutarlo. Aún, si sólo se lograra la mitad, el Plan tendría un gran impacto en la calidad de vida de los capitalinos y cambiaría la forma de ver los espacios públicos de San Salvador. El Plan del parque mismo es novedoso. Se proponen nuevos senderos, dramáticas pasarelas aéreas (Gráfico 2) y mobiliario urbano singular. Zonifica el parque en áreas de actividades diversas y propone la ejecución de proyectos estratégicos, como el Museo de los Niños, Tin Marín (Gráfico 3), la Sala de Exposiciones Salarrué (Gráfico 4) la cual conecta el parque con el Hospital Rosales mediante una pasarela que, a la vez, sirve de ampliación a la pinacoteca. La cubierta del anfiteatro del parque toma la forma de una hoja (Gráfico 5).

El Plan Maestro propone la recuperación de arterias viales como Alameda Roosevelt, Rubén Darío y Calle Arce desde la plaza El Salvador del Mundo y el Hospital Rosales hasta las 23 manzanas del Centro Histórico. También propone el rescate ambiental de las quebradas de Las Lajas / Centro de Gobierno y La Mascota e introduce ciclo vías desde las estaciones del SITRAMSS hasta varios puntos claves. Ciertamente, esto va más allá de los límites del Parque Cuscatlán. El Plan seguramente pretende ser un catalizador de proyectos urbanos desde la zona de El Salvador del Mundo hasta el Reloj de Flores, los que podrían ejecutarse cada uno a su paso.

Los diseños de los proyectos estratégicos están definidos con ilustraciones vistosas en el sitio web: http://bit.ly/29m4T11 donde estima costos: 1) Senderos y Mobiliario $4.7m; 2) Pasarelas $2.9m; 3) Anfiteatro $0.8m; 4) Sala Salarrué $3m. Las cuatro obras se desarrollan en los años 2016 a 2019 y están valoradas en $11.3m. Las cuatro obras se desarrollan en los años 2016 a 2019 y están valoradas en $11.3m. El marco institucional parece viable con el fideicomiso, un banco fiduciario, un comité coordinador con la Oficina de Planificación del Área Metropolitana de San Salvador, la Alcaldía y Cámara de Comercio, entre otras y fideicomisarios encargados de los desembolsos. El Plan Maestro está patrocinado por “Soluciones” de USAID, la empresa privada y la sociedad civil representada por varias ONG, incluyendo la Asociación Pro Rescate de la Flor Blanca. 

¿Qué pasos habría que dar para poner en marcha el Plan Cuscatlán? Para asegurar apropiación de las partes relevantes sería importante hacer un muestreo de opiniones de los diferentes usuarios del parque y las zonas aledañas en distintos días y distintas horas del día. Habrá que organizar consultas ciudadanas, como la norma lo requiere y la buena práctica lo indica. Hay que explorar fuentes de financiamiento público y privado, incluyendo la contribución por mejoras (aplicada en la Zona Rosa) e instituciones como el BID, BCIE o la Alianza para la Prosperidad. Finalmente, se debería involucrar de manera sustantiva expertos y conocedores de la ciudad como arquitectos, paisajistas y diseñadores urbanos nacionales. Es aconsejable que los proyectos estratégicos se ejecuten bajo la modalidad de concursos de diseño (véase publicaciones anteriores en esta fanpage sobre concursos internacionales de diseño) con el apoyo de el Colegio de Arquitectos y la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de El Salvador. Comentario por www.civitas.com.sv.





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